La suerte de tener una madre cristiana:
Tener una madre cristiana es una suerte insuperable. Ella tiene como ejemplo nada menos que a la Virgen María, modelo de entrega y de ternura. Con tan buen ejemplo, esas hijas de María son una bendición para el hogar. Es como nacer con una madre de cinco estrellas directamente.
Además, con ese modelo, ¿cómo no va uno a aprender a querer a Jesús, el Hijo de María?, ¿cómo no va a vivir feliz, sabiendo que Dios es mi padre y me quiere más que esa madre cristiana, llena de ternura?
¡Qué suerte haber nacido de una madre cristiana!, y, con los tiempos que corren, qué tranquilidad, porque se es un hijo querido pero no poseído; se es un hijo esperado y no amenazado antes de nacer; se es un hijo formado para ser hijo de Dios y no arrojado al mundo agnóstico y falto de sentido.
frid
viernes, agosto 11, 2006
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