Cuanto más importante el paso, más asegurado:
El otro día subí con unos amigos al Besiberri Nor, mejor dicho les acompañé en la subida porque yo me quedé justo cuando arranca el último repecho, en una chimenea que va tornándose aérea y te lleva a la cima.
La primera parte, hasta el Lac de Mar era sencilla y bien marcada. Se juntaba todo: una senda pisada, un tiempo estupendo y una compañía amena.
Sin embargo, pasado el Lac, era ya importante fijarse en los hitos en un maremagno de piedras graníticas. La entrada a la cara sur era una y el equivocarse era llegar o no al paso necesario. Aquí sólo había una opción segura.
Al final, una vez llegado a la base del Besiberri, las marcas eran aún más necesarias. No es que hubiese una senda, lo que se debían de marcar eran los pasos para no caer por el desplomado. Y, sí que era conveniente contar con una cuerda para asegurar la ascensión.
Cuanto más difícil, mejor debería estar marcado el paso; cuanto más difícil, más aseguramientos antes de dar el paso.
Y se me pasó por la cabeza que en asunto tan serio como la estructura social, los hitos marcan que se avanza a través de la institución familiar. Y, en periodos de crisis, como el nuestro, convendría asegurar más su estabilidad, no vaya a ser que nos caigamos por el desplomado.
frid
viernes, agosto 11, 2006
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