miércoles, febrero 21, 2007

El milagro de la vida. Ahora con 21 semanas. Quién niega que es un ser humano?

Amilia Taylor nació el 24 de octubre en Miami. No era noticia. Tenía sólo 21 semanas y seis días de gestación. Era un ser humano minúsculo y la batalla era hacerla sobbrevivir.

Sus 24 centímetros y 280 gramos eran un reto a la ciencia, a la ciencia de la vida.

Hoy es el bebé milagro tras permanecer cuatro meses en la unidad de cuidados intensivos del Baptist Children´s Hospital de Miami.

La cultura de la muerte diría a casos similares que era legal abortar, matar a ese ser hunano. Con ese peso y esa edad de gestación, es legal la interrupción del embarazo. Sólo en España, entre 1996 y 2005, el número de abortos de bebés con más de 21 semanas se ha triplicado.

La vida se nos muestra, la vida humana es incuestionable. Ahora, mamás a ciegas, ¿habéis visto la niña hoy salvada? En vuestras entrañas no hay una entelequia, ni un imaginario conjunto de células. Es un hijo vuestro que tiene derecho a la vida.

Por ese motivo es tan importante instaurar alternativas al aborto. La Iniciativa Legislativa Popular de Ayuda a la mujer embarazada es la alternativa. Ten el hijo y luego, si quieres, dalo en adopción. Un solo niño rescatado justifica toda una vida. ¿Cuantos matrimonios hay que dedican toda si vida al hijo único? Y no se reprochan nada.

frid

lunes, febrero 19, 2007

Mensaje de Benedicto XVI para la jornada mundial de la juventud



MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
A LOS JÓVENES DEL MUNDO CON OCASIÓN
DE LA XXII JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2007

"Amaos unos a otros como yo os he amado" (Jn 13,34 )

Queridos jóvenes:

Con ocasión de la XXII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en las diócesis el próximo Domingo de Ramos, quisiera proponer para vuestra meditación las palabras de Jesús: " Amaos unos a otros como yo os he amado" (cf. Jn 13,34).

¿Es posible amar?

Toda persona siente el deseo de amar y de ser amado. Sin embargo, ¡qué difícil es amar, cuántos errores y fracasos se producen en el amor! Hay quien llega incluso a dudar si el amor es posible. Las carencias afectivas o las desilusiones sentimentales pueden hacernos pensar que amar es una utopía, un sueño inalcanzable, ¿habrá, pues, que resignarse? ¡No! El amor es posible y la finalidad de este mensaje mío es contribuir a reavivar en cada uno de vosotros, que sois el futuro y la esperanza de la humanidad, la fe en el amor verdadero, fiel y fuerte; un amor que produce paz y alegría; un amor que une a las personas, haciéndolas sentirse libres en el respeto mutuo. Dejadme ahora que recorra con vosotros, en tres momentos, un itinerario hacia el "descubrimiento" del amor.

Dios, fuente del amor

El primer momento hace referencia a la única fuente del amor verdadero, que es Dios. San Juan lo subraya bien cuando afirma que "Dios es amor" ( 1 Jn 4,8.16); con ello no quiere decir sólo que Dios nos ama, sino que el ser mismo de Dios es amor. Estamos aquí ante la revelación más esplendorosa de la fuente del amor que es el misterio trinitario: en Dios, uno y trino, hay una eterna comunicación de amor entre las personas del Padre y del Hijo, y este amor no es una energía o un sentimiento, sino una persona: el Espíritu Santo.

La Cruz de Cristo revela plenamente el amor de Dios

¿Cómo se nos manifiesta Dios-Amor? Estamos aquí en el segundo momento de nuestro itinerario. Aunque los signos del amor divino ya son claros en la creación, la revelación plena del misterio íntimo de Dios se realizó en la Encarnación, cuando Dios mismo se hizo hombre. En Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, hemos conocido el amor en todo su alcance. De hecho, "la verdadera originalidad del Nuevo Testamento –he escrito en la Encíclica Deus caritas est – no consiste en nuevas ideas, sino en la figura misma de Cristo, que da carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito" (n. 12). La manifestación del amor divino es total y perfecta en la Cruz, como afirma san Pablo: " La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros" (Rm 5,8). Por tanto, cada uno de nosotros, puede decir sin equivocarse: "Cristo me amó y se entregó por mí " (cf. Ef 5,2). Redimida por su sangre, ninguna vida humana es inútil o de poco valor, porque todos somos amados personalmente por Él con un amor apasionado y fiel, con un amor sin límites. La Cruz, locura para el mundo, escándalo para muchos creyentes, es en cambio "sabiduría de Dios" para los que se dejan tocar en lo más profundo del propio ser, " pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres" (1 Co 1,24-25). Más aún, el Crucificado, que después de la resurrección lleva para siempre los signos de la propia pasión, pone de relieve las "falsificaciones" y mentiras sobre Dios que hay tras la violencia, la venganza y la exclusión. Cristo es el Cordero de Dios, que carga con el pecado del mundo y extirpa el odio del corazón del hombre. Ésta es su verdadera "revolución": el amor.

Amar al prójimo como Cristo nos ama

Llegamos aquí al tercer momento de nuestra reflexión. En la Cruz Cristo grita: "Tengo sed " (Jn 19,28), revelando así una ardiente sed de amar y de ser amado por todos nosotros. Sólo cuando percibimos la profundidad y la intensidad de este misterio nos damos cuenta de la necesidad y la urgencia de que lo amemos "como" Él nos ha amado. Esto comporta también el compromiso, si fuera necesario, de dar la propia vida por los hermanos, apoyados por el amor que Él nos tiene. Ya en el Antiguo Testamento Dios había dicho: " Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19,18), pero la novedad de Cristo consiste en el hecho de que amar como Él nos ha amado significa amar a todos, sin distinción, incluso a los enemigos, "hasta el extremo" (cf. Jn 13,1).

Testigos del amor de Cristo

Quisiera ahora detenerme en tres ámbitos de la vida cotidiana en los que vosotros, queridos jóvenes, estáis llamados de modo particular a manifestar el amor de Dios. El primero es la Iglesia, que es nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo. Siendo testigos de sus palabras – "La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros" (Jn 13,35) –, alimentad con vuestro entusiasmo y vuestra caridad las actividades de las parroquias, de las comunidades, de los movimientos eclesiales y de los grupos juveniles a los que pertenecéis. Sed solícitos en buscar el bien de los demás, fieles a los compromisos adquiridos. No dudéis en renunciar con alegría a algunas de vuestras diversiones, aceptad de buena gana los sacrificios necesarios, dad testimonio de vuestro amor fiel a Cristo anunciando su Evangelio especialmente entre vuestros coetáneos.

Prepararse para el futuro

El segundo ámbito, donde estáis llamados a expresar el amor y a crecer en él, es vuestra preparación para el futuro que os espera. Si sois novios, Dios tiene un proyecto de amor sobre vuestro futuro matrimonio y vuestra familia, y es esencial que lo descubráis con la ayuda de la Iglesia, libres del prejuicio tan difundido según el cual el cristianismo, con sus preceptos y prohibiciones, pone obstáculos a la alegría del amor y, en particular, impide disfrutar plenamente esa felicidad que el hombre y la mujer buscan en su amor recíproco. El amor del hombre y de la mujer da origen a la familia humana y la pareja formada por ellos tiene su fundamento en el plan original de Dios (cf. Gn 2,18-25). Aprender a amarse como pareja es un camino maravilloso, que sin embargo requiere un aprendizaje laborioso. El período del noviazgo, fundamental para formar una pareja, es un tiempo de espera y de preparación, que se ha de vivir en la castidad de los gestos y de las palabras. Esto permite madurar en el amor, en el cuidado y la atención del otro; ayuda a ejercitar el autodominio, a desarrollar el respeto por el otro, características del verdadero amor que no busca en primer lugar la propia satisfacción ni el propio bienestar. En la oración común pedid al Señor que cuide y acreciente vuestro amor y lo purifique de todo egoísmo. Non dudéis en responder generosamente a la llamada del Señor, porque el matrimonio cristiano es una verdadera y auténtica vocación en la Iglesia. Igualmente, queridos y queridas jóvenes, si Dios os llama a seguirlo en el camino del sacerdocio ministerial o de la vida consagrada, estad preparados para decir "sí". Vuestro ejemplo será un aliciente para muchos de vuestros coetáneos, que están buscando la verdadera felicidad.

Crecer en el amor cada día

El tercer ámbito del compromiso que conlleva el amor es el de la vida cotidiana en sus diversos aspectos. Me refiero sobre todo a la familia, al estudio, al trabajo y al tiempo libre. Queridos jóvenes, cultivad vuestros talentos no sólo para conquistar una posición social, sino también para ayudar a los demás "a crecer". Desarrollad vuestras capacidades, no sólo para ser más "competitivos" y "productivos", sino para ser "testigos de la caridad". Unid a la formación profesional el esfuerzo por adquirir conocimientos religiosos, útiles para poder desempeñar de manera responsable vuestra misión. De modo particular, os invito a profundizar en la doctrina social de la Iglesia, para que sus principios inspiren e iluminen vuestra actuación en el mundo. Que el Espíritu Santo os haga creativos en la caridad, perseverantes en los compromisos que asumís y audaces en vuestras iniciativas, contribuyendo así a la edificación de la "civilización del amor". El horizonte del amor es realmente ilimitado: ¡es el mundo entero!

"Atreverse a amar" siguiendo el ejemplo de los santos

Queridos jóvenes, quisiera invitaros a "atreverse a amar", a no desear más que un amor fuerte y hermoso, capaz de hacer de toda vuestra vida una gozosa realización del don de vosotros mismos a Dios y a los hermanos, imitando a Aquél que, por medio del amor, ha vencido para siempre el odio y la muerte (cf. Ap 5,13). El amor es la única fuerza capaz de cambiar el corazón del hombre y de la humanidad entera, haciendo fructíferas las relaciones entre hombres y mujeres, entre ricos y pobres, entre culturas y civilizaciones. De esto da testimonio la vida de los Santos, verdaderos amigos de Dios, que son cauce y reflejo de este amor originario. Esforzaos en conocerlos mejor, encomendaos a su intercesión, intentad vivir como ellos. Me limito a citar a la Madre Teresa que, para corresponder con prontitud al grito de Cristo "Tengo sed", grito que la había conmovido profundamente, comenzó a recoger a los moribundos de las calles de Calcuta, en la India. Desde entonces, el único deseo de su vida fue saciar la sed de amor de Jesús, no de palabra, sino con obras concretas, reconociendo su rostro desfigurado, sediento de amor, en el rostro de los más pobres entre los pobres. La Beata Teresa puso en práctica la enseñanza del Señor: " Cada vez que lo hicisteis a uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis" (Mt 25,40). Y el mensaje de esta humilde testigo del amor se ha difundido por el mundo entero.

El secreto del amor

Cada uno de nosotros, queridos amigos, puede llegar a este grado de amor, pero solamente con la ayuda indispensable de la gracia divina. Sólo la ayuda del Señor nos permite superar el desaliento ante la tarea enorme por realizar y nos infunde el valor de llevar a cabo lo que humanamente es impensable. La gran escuela del amor es, sobre todo, la Eucaristía. Cuando se participa regularmente y con devoción en la Santa Misa, cuando se transcurre en compañía de Jesús eucarístico largos ratos de adoración, es más fácil comprender lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo de su amor, que supera todo conocimiento (cf. Ef 3,17-18). Además, el compartir el Pan eucarístico con los hermanos de la comunidad eclesial nos impulsa a convertir "con prontitud" el amor de Cristo en generoso servicio a los hermanos, como lo hizo la Virgen con Isabel.

Hacia el encuentro de Sydney

A este respecto, resulta iluminadora la exhortación del apóstol Juan: "Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad " (1 Jn 3,18-19). Queridos jóvenes, con este espíritu os invito a vivir la próxima Jornada Mundial de la Juventud junto con vuestros Obispos en las propias diócesis. Ésta representará una etapa importante hacia el encuentro de Sydney, cuyo tema será: " Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos"(cf. Hch 1,8). María, Madre de Cristo y de la Iglesia, os ayude a hacer resonar en todas partes el grito que ha cambiado el mundo: "¡Dios es amor!". Os acompaño con la oración y os bendigo de corazón.

Vaticano, 27 de enero de 2007

Benedicto XVI



Mensaje para la cuaresma de Benedicto XVI.

MENSAJE DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
PARA LA CUARESMA 2007

"Mirarán al que traspasaron" (Jn 19,37)

 

¡Queridos hermanos y hermanas!

"Mirarán al que traspasaron" (Jn 19,37). Éste es el tema bíblico que guía este año nuestra reflexión cuaresmal. La Cuaresma es un tiempo propicio para aprender a permanecer con María y Juan, el discípulo predilecto, junto a Aquel que en la Cruz consuma el sacrificio de su vida para toda la humanidad (cf. Jn 19,25). Por tanto, con una atención más viva, dirijamos nuestra mirada, en este tiempo de penitencia y de oración, a Cristo crucificado que, muriendo en el Calvario, nos ha revelado plenamente el amor de Dios. En la Encíclica Deus caritas est he tratado con detenimiento el tema del amor, destacando sus dos formas fundamentales: el agapé y el eros.

El amor de Dios: agapé y eros

El término agapé, que aparece muchas veces en el Nuevo Testamento, indica el amor oblativo de quien busca exclusivamente el bien del otro; la palabra eros denota, en cambio, el amor de quien desea poseer lo que le falta y anhela la unión con el amado. El amor con el que Dios nos envuelve es sin duda agapé. En efecto, ¿acaso puede el hombre dar a Dios algo bueno que Él no posea ya? Todo lo que la criatura humana es y tiene es don divino: por tanto, es la criatura la que tiene necesidad de Dios en todo. Pero el amor de Dios es también eros. En el Antiguo Testamento el Creador del universo muestra hacia el pueblo que ha elegido una predilección que trasciende toda motivación humana. El profeta Oseas expresa esta pasión divina con imágenes audaces como la del amor de un hombre por una mujer adúltera (cf. 3,1-3); Ezequiel, por su parte, hablando de la relación de Dios con el pueblo de Israel, no tiene miedo de usar un lenguaje ardiente y apasionado (cf. 16,1-22). Estos textos bíblicos indican que el eros forma parte del corazón de Dios: el Todopoderoso espera el "sí" de sus criaturas como un joven esposo el de su esposa. Desgraciadamente, desde sus orígenes la humanidad, seducida por las mentiras del Maligno, se ha cerrado al amor de Dios, con la ilusión de una autosuficiencia que es imposible (cf. Gn 3,1-7). Replegándose en sí mismo, Adán se alejó de la fuente de la vida que es Dios mismo, y se convirtió en el primero de "los que, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud" (Hb 2,15). Dios, sin embargo, no se dio por vencido, es más, el "no" del hombre fue como el empujón decisivo que le indujo a manifestar su amor en toda su fuerza redentora.

La Cruz revela la plenitud del amor de Dios

En el misterio de la Cruz se revela enteramente el poder irrefrenable de la misericordia del Padre celeste. Para reconquistar el amor de su criatura, Él aceptó pagar un precio muy alto: la sangre de su Hijo Unigénito. La muerte, que para el primer Adán era signo extremo de soledad y de impotencia, se transformó de este modo en el acto supremo  de amor y de libertad del nuevo Adán. Bien podemos entonces afirmar, con san Máximo el Confesor, que Cristo "murió, si así puede decirse, divinamente, porque murió libremente" (Ambigua, 91, 1956). En la Cruz se manifiesta el eros de Dios por nosotros. Efectivamente, eros es —como expresa Pseudo-Dionisio Areopagita— esa fuerza "que hace que los amantes no lo sean de sí mismos, sino de aquellos a los que aman" (De divinis nominibus, IV, 13: PG 3, 712). ¿Qué mayor "eros loco" (N. Cabasilas, Vida en Cristo, 648) que el que trajo el Hijo de Dios al unirse a nosotros hasta tal punto que sufrió las consecuencias de nuestros delitos como si fueran propias?

"Al que traspasaron"

Queridos hermanos y hermanas, ¡miremos a Cristo traspasado en la Cruz! Él es la revelación más impresionante del amor de Dios, un amor en el que eros y agapé, lejos de contraponerse, se iluminan mutuamente. En la Cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: Él tiene sed del amor de cada uno de nosotros. El apóstol Tomás reconoció a Jesús como "Señor y Dios" cuando puso la mano en la herida de su costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de amor. Se podría incluso decir que la revelación del eros de Dios hacia el hombre es, en realidad, la expresión suprema de su agapé. En verdad, sólo el amor en el que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de reciprocidad infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más duros. Jesús dijo: "Yo cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (Jn 12,32). La respuesta que el Señor desea ardientemente de nosotros es ante todo que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por Él. Aceptar su amor, sin embargo, no es suficiente. Hay que corresponder a ese amor y luego comprometerse a comunicarlo a los demás: Cristo "me atrae hacia sí" para unirse a mí, para que aprenda a amar a los hermanos con su mismo amor.

Sangre y agua

"Mirarán al que traspasaron". ¡Miremos con confianza el costado traspasado de Jesús, del que salió "sangre y agua" (Jn 19,34)! Los Padres de la Iglesia consideraron estos elementos como símbolos de los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. Con el agua del Bautismo, gracias a la acción del Espíritu Santo, se nos revela la intimidad del amor trinitario. En el camino cuaresmal, haciendo memoria de nuestro Bautismo, se nos exhorta a salir de nosotros mismos para abrirnos, con un confiado abandono, al abrazo misericordioso del Padre (cf. S. Juan Crisóstomo, Catequesis, 3,14 ss.). La sangre, símbolo del amor del Buen Pastor, llega a nosotros especialmente en el misterio eucarístico: "La Eucaristía nos adentra en el acto oblativo de Jesús… nos implicamos en la dinámica de su entrega" (Enc. Deus caritas est, 13). Vivamos, pues, la Cuaresma como un tiempo 'eucarístico', en el que, aceptando el amor de Jesús, aprendamos a difundirlo a nuestro alrededor con cada gesto y palabra. De ese modo contemplar "al que traspasaron" nos llevará a abrir el corazón a los demás reconociendo las heridas infligidas a la dignidad del ser humano; nos llevará, particularmente, a luchar contra toda forma de desprecio de la vida y de explotación de la persona y a aliviar los dramas de la soledad y del abandono de muchas personas. Que la Cuaresma sea para todos los cristianos una experiencia renovada del amor de Dios que se nos ha dado en Cristo, amor que por nuestra parte cada día debemos "volver a dar" al prójimo, especialmente al que sufre y al necesitado. Sólo así podremos participar plenamente de la alegría de la Pascua. Que María, la Madre del Amor Hermoso, nos guíe en este itinerario cuaresmal, camino de auténtica conversión al amor de Cristo. A vosotros, queridos hermanos y hermanas, os deseo un provechoso camino cuaresmal y, con afecto, os envío a todos una especial Bendición Apostólica.

Vaticano, 21 de noviembre de 2006

 

BENEDICTUS PP. XVI

domingo, febrero 18, 2007

Narciso Yepes. Juegos prohibidos


http://www.youtube.com/watch?v=2O9MXlCRoKE


From
cop2cop Narciso Yepes Jeux interdits Giochi proibiti
classic guitar romance

Entrevista a Narciso Yepes por Pilar Urbano


Entrevista a Narciso Yepes

enero 1988

Por Pilar Urbano


Juegos Prohibidos: http://www.youtube.com/watch?v=2O9MXlCRoKE


Sencillo y genial al mismo tiempo, Narciso Yepes (1927‑1997) personifica un importante capítulo de la historia universal de la guitarra. Las páginas siguientes reflejan su hondura religiosa, y reproducen en su mayor parte la entrevista que concedió a Pilar Urbano, publicada en el número 149 de la revista Época en enero de 1988.

A Dios le encanta mi música El pretexto de esta conversación es el sillón número 18 de la Real Academia de Bellas Artes que, sustituyendo a Andrés Segovia, ocupará Yepes. Pero el motivo es, como siempre, abrir de par en par el personaje y asomarse a la persona: este hombre de cuerpo pequeño y macizo, rostro tosco, mirada suave como la seda y sonrisa inocente. Este hombre de manos pequeñas y gordezuelas, como nidos de gorrión, pero, ¡ah!, prodigiosamente sensitivas, certeras y firmes en el acorde, audaces y agilísimas en el arpegio. Manos que rasguean, que tañen, que pulsan, que hacen vibrar y estremecerse las cuerdas de la guitarra, como si las yemas de sus dedos fuesen los terminales inteligentes de un portentoso cerebro... zahorí de manantiales musicales. Que eso es Narciso Yepes: un insaciable buscador del agua sonora que duerme en el cuenco oscuro de su guitarra.

Narciso, dígame una cosa con toda sinceridad. ¿Qué es el triunfo para usted?
Me pide sinceridad total, ¿no? Pues así le hablaré. jamás me he preocupado por el éxito, ni por el triunfo, ni por el aplauso... Todo lo que me ha ido viniendo de aceptación, por parte del público o de la crítica, lo he recibido con las mismas dosis de alegría que de humildad. Yo soy humilde de cuna y creo que soy humilde de espíritu. Y en eso no pienso cambiar. Nunca me he envanecido, ni me he endiosado. El éxito no afecta al interior de mi ser. Dicho con más crudeza: mis entrañas no saben qué es la fama. Y eso es bueno. Uno sigue siempre aguijoneado por el instinto de superación. No considero jamás que en nada de lo que hago haya llegado a la cumbre.

Pero usted trabaja con sus partituras y su guitarra para dar esa música a otros...
Sí, ¿y qué?

Luego... está buscando un eco, y que le sea favorable,
Yo recreo la música, primero, para mi gozo solitario. Y, sólo después, para darla a oír a los demás. Cuando doy un concierto, sea en un gran teatro, sea en un auditórium palaciego, o en un monasterio, o... tocando sólo para el Papa, como hice una vez en Roma ante Juan Pablo II, el instante más emotivo y más feliz para mí es ese momento de silencio que se produce antes de empezar a tocar. Entonces sé que el público y yo vamos a compartir una música, con todas sus emociones estéticas. Pero yo no sólo no busco el aplauso, sino que, cuando me lo dan, siempre me sorprende..., ¡se me olvida que, al final del concierto, viene la ovación! Y le confesaré algo más: casi siempre, para quien realmente toco es para Dios... He dicho «casi siempre» porque hay veces en que, por mi culpa, en pleno concierto puedo distraerme. El público no lo advierte. Pero Dios y yo sí.

Y.. ¿a Dios le gusta su música?
¡Le encanta! Más que mi música, lo que le gusta es que yo le dedique mi atención, mi sensibilidad, mi esfuerzo, mi arte..., mi trabajo. Y, además, ciertamente, tocar un instrumento lo mejor que uno sabe, y ser consciente de la presencia de Dios, es una forma maravillosa de rezar, de orar. Lo tengo bien experimentado.

Perdone la humorada, Yepes: es precioso que usted actúe para un espectador divino; pero, si al artista en pleno concierto «se le va el santo al cielo», el público puede pensar que allí está de más...
¡No! ¡Yo toco con los pies bien en el suelo! Yo soy consciente de que hay un diálogo mudo, una corriente mutua de energía que pasa de mí al público y del público a mí. Cuando se tiene el alma llena de fe y de amor, necesariamente se produce esa comunicación. No das notas, das... todo un mundo de evocaciones, de ideas, y de emociones que están entre las notas y en tu mente y en tu corazón y en las yemas de tus dedos. Das... tu vida interior. Al espectador de butaca y al de allá arriba a la vez.

¿Siempre ha tenido usted esa fe religiosa que ahora tiene?
No. Mi vida de cristiano tuvo un largo paréntesis de vacío, que duró un cuarto de siglo. Me bautizaron al nacer, y ya no recibí ni una sola noción que ilustrase y alimentase mi fe... ¡Con decirle que comulgué por primera vez a los veinticinco años! Desde 1927 hasta 1951, yo no practicaba, ni creía, ni me preocupaba lo más mínimo que hubiera o no una vida espiritual y una trascendencia y un más allá. Dios no contaba en mi existencia. Pero... luego pude saber que yo siempre había contado para Él. Fue una conversión súbita, repentina, inesperada... y muy sencilla. Yo estaba en París, acodado en un puente del Sena, viendo fluir el agua. Era por la mañana. Exactamente, el 18 de mayo. De pronto, le escuché dentro de mí... Quizás me había llamado ya en otras ocasiones, pero yo no le había oído. Aquel día yo tenía «la puerta abierta»... Y Dios pudo entrar. No sólo se hizo oír, sino que entró de lleno y para siempre en mi vida.

¿ Una conversión a lo Paul Claudel, a lo André Frossard..., a lo san Pablo?
¡Ah..., yo supongo que Dios no se repite! Cada hombre es un proyecto divino distinto y único; y para cada hombre Dios tiene un camino propio, unos momentos y unos puntos de encuentro, unas gracias y unas exigencias... Y toda llamada es única en la historia...

Dice usted que «escuchó», que «se hizo oír»..., ¿he de entender, Narciso, que usted, allí junto al Sena, «oyó» palabras?
Sí, claro. Fue una pregunta, en apariencia, muy simple: «¿Qué estás haciendo?» En ese instante, todo cambió para mí. Sentí la necesidad de plantearme por qué vivía, para quién vivía... Mi respuesta fue inmediata. Entré en la iglesia más próxima, Saint Julian le Pauvre. Y hablé con un sacerdote durante tres horas... Es curioso, porque mi desconocimiento era tal que ni me di cuenta de que era una iglesia ortodoxa. A partir de ese día busqué instrucción religiosa, católica. No olvidé que yo estaba bautizado. Tenía la fe dormida y... revivió. Y ya desde aquel momento nunca he dejado de saber que soy criatura de Dios, hijo de Dios... Un hombre con una cita de eternidad que se va tejiendo y recorriendo ya aquí en compañía de Dios. Así como hasta entonces Dios no contaba para nada en mi vida, desde aquel instante no hay nada en mi vida, ni lo más trivial, ni lo más serio, en lo que yo no cuente con Dios. Y eso en lo que es alegre y en lo que es doloroso, en el éxito, en el trabajo, en la vida familiar, en una pena honda como la de que te llame la Guardia Civil a media noche para decirte que tu hijo ha muerto...

Esa noticia, ese desgarro, ¿no le hizo encararse con Dios y... pedirle explicaciones? ¿Lo aceptó a pie firme?
¿Pedirle explicaciones? ¿Por qué iba a hacerlo? Sentí y sigo sintiendo todo el dolor que usted pueda imaginarse..., y más. Pero sé que la vida de mi hijo Juan de la Cruz estaba amorosamente en las manos de Dios... Y ahora lo está aún con más plenitud y felicidad. Por otra parte, Pilar, cuando se vive con fe y de fe, se entiende mejor el misterio del dolor humano. El dolor acerca a la intimidad de Dios. Es... una predilección, una confianza de Dios hacia el hombre.
Dios trata duro a los que quiere santos... Pues... sí. A sí es. Pero no es el trato duro, áspero e insufrible de un todopoderoso tirano, sino..., ¿sabré hacerme entender?, la caricia de un padre que se apoya en su hijo. Y esa caricia... limpia, sosiega y enriquece el alma. Y se obtiene la certeza moral y hasta física de que la muerte ha de ser un paso maravilloso: llegar, por fin, a la felicidad que nunca acaba y que nada ni nadie puede desbaratar... ¡Empezar a vivir de verdad!
Oyéndole hablar puede parecer que en usted no hay, como en todos los mortales, el hombre carnal, el bajo mundo de pasiones, la rebeldía del barro... Se diría que en usted hay una espiritualidad de superhombre, o de superángel, sin lucha, sin tentación, sin caída... ¡y sin tibieza ni rutina! ¿No es demasiado sublime para ser real? Pues no habré sabido explicarme. ¡Claro que hay tentación! Pero también hay gracia. ¿Rutina, tibieza? Si se nutre a diario la experiencia de vivir estando al tanto de Dios, no cabe la rutina: Él interpela de continuo con preguntas y con solicitudes nuevas... Y uno va de hallazgo en hallazgo. ¡Nada es igual! Todo es novedad. Ya le dije que Dios no se repite nunca... Ciertamente, yo no le planteo rebeldía a Dios: hacer las cosas bien me cuesta, como a cualquiera. Pero, desde la libertad para decir «No quiero», decido decir « Sí quiero ». Porque, además de creer en Dios..., yo le amo. Y lo que es incomparablemente más afortunado para mí: Dios me ama. ¡Cambiaría tanto la vida de los hombres si cayesen en la cuenta de esta espléndida realidad!

Pero el mundo camina en otra dirección... justo la contraria.
Sí. Es tremendo que el hombre, por cuatro cachivaches técnicos que ha conseguido empalmar, se haya creído que puede prescindir de Dios y trate de arreglar esta vida con su solo esfuerzo... Pero ¿qué está consiguiendo? No es más feliz, no tiene más paz, no se siente más seguro, no progresa auténticamente, pierde el respeto a los demás hombres, utiliza mal los recursos creados..., y él mismo es cada vez menos humano. La sociedad tecnificada y postindustrial de este siglo que vivimos ha perdido su norte. Está equivocada. Marcha fuera del camino ... ; por eso no avanza verdaderamente. Y esto lo afirmo y, si me lo pone por escrito, lo firmo.

Otra cuestión: de un tiempo a esta parte, y refiriéndose a terroristas que han asesinado, se dice «no es posible estrechar unas manos manchadas de sangre». Mi pregunta es comprometedora. Yépes, ¿usted daría la mano a un etarra asesino?
Hay manos que se manchan de sangre apretando un gatillo, hay manos que se manchan de sangre provocando una guerra o practicando un aborto... Hay manos que se manchan firmando leyes que van contra la Ley Natural... Pero no hay ninguna mano definitivamente indigna. El hombre, por muy abyecto que sea, siempre está a tiempo para dejar de serlo. Vivir es eso: estar todavía a tiempo.

Supongo, pues, que usted no es partidario de la pena de muerte.
¡En modo alguno! ¿Quién es el hombre para disponer de la vida de otro hombre? Castigo al delincuente, sí. Pero pena de muerte, nunca. Quizás porque soy converso creo más que otros en la capacidad de regeneración y de redignificación del ser humano. Y no se debe cercenar esa posibilidad

jueves, febrero 15, 2007

La buena música gatuna con una intromisión. Esto sólo es una película.

En la película sólo es una cuestión de preeminencia. Y siempre gana el ratón.

Tom y Jerry: El gato arriba y el raton abajo (1964)






Added January 14, 2007
From masalaja


En la realidad el gato siempre gana si logra capturar al ratón. Y entonces no hay otra oportunidad. Lo tienen en los genes. El gato se comerá al ratón.

El bien del gato es el "mal" del ratón. Y eso por mucho que se enseñe de otra manera o se haga poesía social es así.

Dice un amigo "¿sabes, Fede, lo agotador que es tener que explicar lo evidente una y otra vez?

Y es que no descansarán hasta "cambiar la realidad", y como la tarea "es imposible" lo único que lograrán es volverse locos y volvernos locos a nosotros.

Pues, aunque lo neguéis. Dios existe, el hombre es distinto de la mujer, hombre y mujer tienen la misma dignidad humana pero distinto sexo. El embrión es un ser humano si es un embrión de la especie humana. La virtud de la justicia responde al bien obrar, no al consenso. La homosexualidad es una tara de la naturaleza. Todos lso seres humanos, sanos o enfermos, niños o ancianos, cristianos, judíos, musulmanes, o de cualquier creencia o increencia tienen derecho a la vida. La salud no es un derecho sino un objetivo. La familia es necesaria. La soledad y el desarraigo es ser un ratón en medio de gatos.

En el siglo XXI ¡y que haya que escribir esto!

miércoles, febrero 07, 2007

De la caverna del blog de Ocata

De la caverna del blog de Ocata

Es un vídeo comercial pero puede ayudar a comprender lo que es la caverna de Platón. Y también cómo un ser tan pequeño y transitorio, el ser humano, tiene tanta capacidad para recrear el mundo con belleza.

Hay tanto de bueno en lo que podemos hacer.




Added January 18, 2007
From wostok7
Comercial for the VW Phaeton
Category Autos & Vehicles
Tags VW Phaeton hands shadow commercial

martes, febrero 06, 2007

Los colaboradores de San Pablo: San Bernabé, Silas y Apolo.


Benedicto XVI reanudó en la audiencia general de hoy la catequesis sobre las primeras figuras del cristianismo y habló sobre los tres principales colaboradores de San Pablo: Bernabé, Silas y Apolo. La audiencia, en la que participaron alrededor de seis mil personas, tuvo lugar en la Sala Pablo VI.

"Debemos reconocer que el apóstol es un ejemplo elocuente de hombre abierto a la colaboración -dijo el Papa- en la Iglesia no quiere hacer todo sólo, sino que se sirve de colegas numerosos y diversificados".

"Bernabé fue uno de los primeros judíos que abrazó el cristianismo -explicó el Papa- y se hizo garante de la conversión de Pablo ante los cristianos de Jerusalén que desconfiaban de su antiguo perseguidor". El Santo Padre recordó además la participación de Bernabé en el Concilio de Jerusalén, en el cual se decidió "separar la práctica de la circuncisión de la identidad cristiana".Pero, Pablo y Bernabé "tuvieron contrastes al principio del segundo viaje misionero porque Bernabé quería llevar como compañero al joven Juan Marcos, mientras Pablo no quería."

"Se ve que también entre los santos hay contrastes, discordias y controversias -comentó el Santo Padre - Los santos son personas como nosotros y esto es algo que me consuela. Los santos no cayeron del cielo ya santos, eran hombres como nosotros, con problemas a veces muy complicados. La santidad no consiste en no haberse equivocado ni pecado nunca, crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento (...) de volver a empezar y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón"

Silas, también conocido como Silvano llevó las decisiones del Concilio de Jerusalén a las comunidades cristianas de Antioquía, Siria y Cilicia y "evidentemente se le creía capaz de llevar a cabo una tarea de mediación entre (..) judeocristianos y cristianos de origen pagano y por lo tanto de servir a la unidad de la Iglesia en la diversidad de sus ritos y orígenes".

Apolo, "hombre culto" y "gran conocedor de las Escrituras" predicó en Efeso y Corinto, pero su éxito en esa ciudad tuvo "una faceta problemática, ya que en su nombre algunos miembros de esa Iglesia, fascinados por su forma de hablar se oponían a los demás".

"Pablo (...) expresa aprecio por la obra de Apolo pero reprocha a los corintios (...)su división" y "aprende una enseñanza importante de todo el caso. Tanto yo como Apolo, escribe, no somos más que (...) simples ministros, a través de los cuales habéis llegado a la fe (...) Cada uno tiene una tarea diferente en el campo del Señor".

"También hoy estas palabras son válidas para todos tanto para el Papa como para los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los laicos, somos solamente humildes ministros de Jesús servimos al Evangelio como podemos, es decir, según nuestros dones y rezamos para que haga crecer su Evangelio, su Iglesia".

domingo, febrero 04, 2007

carlos gardel: Volver (año 1935). Canción completa)

Este volver es más emotivo, porque nuestro Carlos Gardel volvió y nos llevó con él.

Yo no había nacido ni mis amigos tampoco pero me lo pidieron para ver la calidad de los clásicos.

Silencio. Vuelve y vuelve de verdad.




Qué piensas ¿cuál es la que elijes?

Por mi parte las dos. En el artista hay que ver el arte y ambos (Gardel y Penépole lo son).

Y en nosotros, mejor no ser artista en eso de volver si es sólo actuar de cara a la galería, pero sí, ser artista si es actuar ante el "amor", ante Dios y la persona que cada uno ame "más que a su vida".

¡Volvamos!


Added December 16, 2006
From pako1954
carlos gardel - volver - 1935 - esta co carlos gardel - volver - 1935 - esta completa ... (more) (less)
Category Music
Tags carlos gardel

Volver song by Raimunda

Volver actual.

Todos queremos volver a aquellos momentos felices de los que recordamos sólo lo bueno.

Pero piensa. Cuando pase el tiempo, lo de ahora sólo quedará en el recuerdo lo que vale la pena.

Volvamos al centro del corazón, a aquel momento en el que dijimos que sí al amor.

Chesterton decía que él era "novio todos los días", no quería olvidar su primer sí.

Para Dios y los hombres, vale la pena volver y volver a ese primer sí. Y está al alcance de todas la bocas.

Con el esfuerzo diario, está también al alcance de todos los corazones y de todas las voluntades.

Y ¡qué mundo más feliz si el sí fuera un sí sin quiebras!

¡Volvamos!






Added November 10, 2006
From zyukiLL
'Volver' song by Raimunda(Pénelope Cruz) in Volver. Un film de Pedro Almodóvar (less)
Category Arts & Animation
Tags Volver

Me pidieron los nostálgicos a Carlos Gardel. Amando la tierra se ama a quienes la habitan.

Canciones en Aragón Liberal. Nostalgia.

Y los que tenemos el corazón dividido porque hay familiares en el otro lado del charco, al oir cantar a Buenos Aires es como si les cantásemos a ellos... lejanos en la distancia, pero cercanos en el afecto.

Hasta pronto.




Added March 12, 2006
From MalenaTango
Mi Buenos Aires Querido - Carlos Gardel Mi Buenos Aires Querido - Carlos Gardel
Publicado por www.todotango.com
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Category Music
Tags Tango Gardel

sábado, febrero 03, 2007

Norah Jones - Sunrise

Sonrisas.




Added November 06, 2005
From amal850720
Norah Jones - Sunrise
Category Music
Tags Norah Jones


Y canto a los seres que quiero, para que sean más y más felices. Hoy un amigo me ha dicho que da gracias a Dios por todo lo que le ha dado... y le han diagnosticado un tumor en los pulmones, pero es feliz porque ha tenido y tiene una maravillosa familia, no le ha faltado trabajo y lo necesario para vivir y ha sido rodeado del cariño de padres, mujer, hermanos e hijos. Y espera que el cielo sea todavía mejor que los buenos momentos que ha pasado aquí. Aunque va a luchar por ver si se queda aquí un poco más.

Norah Jones - Rosie's Lullaby (Live)

Un entretenimiento para la tarde de sábado.



Added December 31, 2006
From sanfer
Song: Rosie's Lullaby
Album: Not too late [2007]
(less)
Category Music
Tags norah jones not too late music live rosie's lullaby (more)

viernes, febrero 02, 2007

Solidaridad y ecología. Bancos de Alimentos.

Solidaridad y ecología. Bancos de Alimentos.


Los Bancos de alimentos permiten aprovechar y distribuir recursos alimentarios a los más necesitados. Nuestro apoyo a esas iniciativas que hacen algo y bueno por los hombres concretos más que por la humanidad.


A los Bancos de Alimentos


El Presidente del Fondo Español de Garantía Agraria y el Presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), firmaron, el día 29 de enero, un Convenio por el que esta Federación, sin ánimo de lucro y basada en el voluntariado, se convertirá en la organización designada por el FEGA para la distribución de alimentos entre las personas más necesitadas, en el marco del "Plan 2007 de Ayuda CE a las personas más necesitadas del Reino de España".


Los alimentos a repartir, en una cantidad que se aproxima a los 34 millones de K., serán suministrados por empresas del sector que han resultado adjudicatarias, ubicadas en la Unión Europea, y se depositarán en los Bancos de Alimentos afiliados a FESBAL, repartidos en las 52 provincias españolas. Se distribuirán a entidades benéficas de consumo y de reparto, en cuatro fases a lo largo del año 2007.


Este hecho me da ocasión para hacer un comentario de los Bancos de Alimentos. Por mi profesión y por mis estudios universitarios (Ingeniería Agrícola), conozco a profesionales muy buenos, técnicos agrícolas de prestigio que, como voluntarios, dedican parte de su tiempo a facilitar que grandes cantidades de alimentos se puedan distribuir entre los necesitados, los cuales siguen existiendo en nuestra sociedad opulenta; todo eso lo hacen de manera silenciosa. Vaya para ellos mi reconocimiento y el de los lectores que voluntariamente quieran adherirse.


Jesús Domingo Martínez


La pobreza en España (de la web del banco de alimentos)


Estadísticamente la pobreza en Espña alcanza a unos 8 millones de personas, que son aquellas que viven con ingresos inferiores al 50% de la renta "per cápita nacional". Esta tasa de pobreza supera la media de la Unión Europea, se sitúa en valores similares a los de Italia, Irlanda y Reino Unido y sólo es superada por Grecia y Portugal.

No todas las personas, estadísticamente pobres, están en situación de extrema necesidad, pero viven en la antesala que dá paso a la marginación y al desarraigo social.

La necesidad extrema es una consecuencia de la marginación, y la marginación es un subproducto de nuestra sociedad de consumo.


En una sociedad competitiva como la nuestra, el individuo que no tiene o que ha perdido la posibilidad de producir y por tanto de consumir, se le excluye.


En una sociedad como la nuestra en la que no son valores el trabajo, el sacrificio, el respeto a la persona, la entrega a los demás y si lo son el poder, el tener, el placer, la comodidad, los hijos son un problema y los mayores un estorbo.


En un Mundo como el nuestro en el que un 10% de sus habitantes nos repartimos el 80% de su riqueza y el 90% restante apenas se pueden repartir un 20%, los movimientos migratorios son incontenibles y pretender regularlos por ley una estupidez.

Todo ello trae como consecuencia que en las sociedades ricas se den situaciones de necesidad extrema con relativa frecuencia.

Los Bancos de Alimentos hemos atendido en el año 2003 a 325.000 personas y estimamos que no llegamos al 30% de las necesidades reales.

"Un Mundo sin despilfarro, un Mundo sin Hambre"

Hoy celebramos la fiesta de la Candelaria. Luz en vez de apagón.



De Aragón Liberal

Nunca será atractivo movilizar a la población de un país para hacer un "apagón" y que reine la oscuridad, por muchas motivaciones ecológicas que se aduzcan.

Los cristianos hoy se han movilizado y encendido todos (todos los que han ido a la Santa Misa) una vela, celebrando la fiesta de la Candelaria. Y esa luz nos ha hecho mucho bien. El signo es atractivo, la luz vence las tinieblas. Con la luz se ven los contornos, los seres queridos, la naturaleza creada por Dios, y se trabaja, se juega. En dos palabras: luz y vida.

La luz es símbolo de la Vida, de Cristo que vino a iluminar el mundo. Y realmente hace falta que nos ilumine porque nos estamos olvidando incluso de lo que es el hombre, un hijo de Dios, una criatura formada a "su imágen u semejanza", un "ser irrepetible", "amado por sí mismo", cuya conciencia es personal e intransferible, y que encierra en su ser ríos enormes de ternura.

El hombre, cada hombre individual: un ser amable y capaz de amar. Y se le debe dar la posibilidad de hacerlo. Dios no ha adelantado la muerte a los malvados; todos tienen una oportunidad. Elije la Vida para que vivas.

Hoy celebramos la Virgen de la Candelaria. Ella, nuestra Madre, nos presenta a su Hijo. Seamos como Simeón y Ana y veamos, con la luz (no con el apagón) que Él tiene "palabras de Vida Eterna".

frid






Fiesta de la Candelaria



Esta fiesta ya se celebraba en Jerusalén en el siglo IV.

La festividad de hoy, de la que tenemos el primer testimonio en el siglo IV en Jerusalén, se llamaba hasta la última reforma del calendario, fiesta de la Purificación de la Virgen María, en recuerdo del episodio de la Sagrada Familia, que nos narra San Lucas en el capitulo 2 de su Evangelio. Para cumplir la ley, María fue al Templo de Jerusalén, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús, para ofrecer su primogénito y cumplir el rito legal de su purificación. La reforma litúrgica de 1960 y 1969 restituyó a la celebración el título de "presentación del Señor" que tenía al principio: la oferta de Jesús al Padre, en el Templo de Jerusalén, es un preludio de su oferta sacrifical sobre la cruz.

Este acto de obediencia a un rito legal, al que no estaban obligados ni Jesús ni María, constituye una lección de humildad, como coronación de la meditación anual sobre el gran misterio navideño, en el que el Hijo de Dios y su divina Madre se nos presentan en el cuadro conmovedor y doloroso del pesebre, esto es, en la extrema pobreza de los pobres, de los perseguidos, de los desterrados.

El encuentro del Señor con Simeón y Ana en el Templo acentúa el aspecto sacrifical de la celebración y la comunión personal de María con el sacrificio de Cristo, pues cuarenta días después de su divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de su sufrimiento: "Una espada te atravesará el alma": María, gracias a su íntima unión con la persona de Cristo, queda asociada al sacrificio del Hijo. No maravilla, por tanto, que a la fiesta de hoy se le haya dada en otro tiempo mucha importancia, tanto que el emperador Justiniano decretó el 2 de febrero día festivo en todo el imperio de Oriente.

Roma adoptó la festividad a mediados del siglo VII, y el Papa Sergio I (687-701) instituyó la más antigua de las procesiones penitenciales romanas, que salía de la iglesia de San Adriano y terminaba en Santa María Mayor. El rito de la bendición de los cirios, del que ya se tiene testimonio en el siglo X, se inspire en las palabras de Simeón: "Mis ojos han visto tu salvación, que has preparado ante la faz de todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones". Y de este rito significativo viene también el nombre popular de esta fiesta: la así llamada fiesta de la "candelaria".