jueves, diciembre 17, 2009

Homenaje al Papa Pacelli, salvador de judíos perseguidos

18.12.2009.

 


En Aragón Liberal

El Papa Pacelli, "cómplice silencioso"

Fernando Magallanes | jem@arcol.org

 

 

Dentro de los importantes aniversarios celebrados este año 2009, se encuentra el triste inicio del segundo conflicto bélico mundial, el 1 de septiembre de 1939. Una guerra que cobró cerca de 56 millones de vidas humanas, de la cuales 6 millones que eran hebreos, fueron exterminadas por la ideología nazi.

 

Actualmente se siguen escuchando voces que culpan a Pío XII, el pontífice católico de aquella época, de no sólo mostrarse indiferente ante la masacre mundial, sino de convertirse en cómplice silencioso del exterminio judío orquestado por el Tercer Reich. ¿Verdaderamente el papa Pacelli transigió con la terrible matanza de hebreos de nuestro siglo? El libro "Pío XII. El Papa que se opuso a Hitler" del historiador alemán Michael Hasemann, propone clarificarlo.

 

Desde sus inicios Eugenio Pacelli, nuncio papal en Alemania, se mostró adverso al partido de Hitler como se demuestra en sus informes enviados a la Santa Sede. Desde entonces defendió, contrariamente a lo difundido, al pueblo judío. Hizo que se condenaran las leyes antisemitas de Polonia, pidió al gobierno alemán que intercediera por los judíos del Imperio Otomano y ayudó en la consecución de una patria judía en Palestina.  

 

Colaboró junto a obispos alemanes en la elaboración de la encíclica Mit brennender Sorge ("Con gran preocupación") de 1937, que condenaba la ideología racista y pagana de la Alemania nazi. Incluso, como Secretario de Estado de Pío XI se negó a recibir en audiencia a Hermann Göring, enviado del gobierno "ario" para reivindicar la condena pública sobre el nazismo por parte de la jerarquía de su país.

 

Pío XII trabajó amparado por el silencio. Su objetivo era salvar al mayor número posible de personas. Un ataque público contra el estado nazi hubiera aumentado el sufrimiento y la matanza innecesaria de seres humanos. Robert Kempner, magistrado judío de origen alemán, que tomó parte importante en el juicio de Nüremberg, declaró: "Cualquier postura propagandística de la Iglesia contra el gobierno de Hitler no solamente habría sido un suicidio premeditado, sino que habría acelerado el asesinato de un número mucho mayor de judíos y sacerdotes" (Entrevista a Paolo Mieli, historiador y director del diario italiano Corriere della Sera en L´ Osservatore Romano, edición en lengua española, 17 de octubre de 2008, p. 11).

 

Gracias a su pericia diplomática adquirió visados argentinos, brasileños y dominicanos para prófugos judíos. Es un hecho que judíos romanos fueron acogidos en Castelgandolfo, palacio pontificio de verano y en los aposentos papales y que en toda Italia se suspendió la clausura de los monasterios y conventos para acoger a miembros del pueblo hebreo.

 

Después de la guerra, el papa Pacelli fue homenajeado por una serie de personajes famosos. Basta citar a Chaim Weizmann, primer presidente de Israel, a  Moshe Scharett, segundo presidente del estado hebreo, Leon Kubowitzky, secretario general del Congreso judío mundial en 1945. Albert Einstein ya en 1940, escribía en Time: "Sólo la Iglesia católica se ha atrevido a oponerse a la campaña de Hitler de suprimir la verdad […] ahora siento un gran afecto y admiración porque sólo la Iglesia a tenido la valentía y la fuerza constante de estar de parte de la verdad intelectual y de la libertad moral". Al frente de esta Iglesia estaba Pío XII.

 

La imagen del papa Pacelli como cómplice silencioso de los nazis se originó tras la campaña difamatoria pedida por Krushev y llevada a cabo por la KGB. Esta información la ha revelado el teniente general de los servicios secretos de Rumanía, Ion Mihail Pacepa, disidente del comunismo y acogido por Estados Unidos. El fin era desacreditar la autoridad vaticana en Europa occidental, mostrándola como un bastión del nazismo. Agentes rumanos enviados a los Archivo Vaticano fotografiaron documentos pontificios que luego se manipularon, dando origen a documentación falsa. Sobre estos se inspira la difamadora obra "El Vicario" (Der Stellevertreter) del joven comunista Rolf  Hochhuth, drama representado en 1963 en la República Federal de Alemania que alcanzó gran éxito internacional.

 

Desde entonces, la prensa pública ha difundido la complicidad y asentimiento implícito a los nazis, incluso la actuación antisemita de un Pío XII inexistente. Y son pocos los que tienen interés en acceder a los documentos históricos del Vaticano, abierto a todos, para corroborar la historia.

 

Gary Krupp,  judío estadounidense, fundador y presidente Pave the way Fondation, fundación de carácter interconfesional ha propuesto dar el reconocimiento de "Justo entre las naciones" a Pío XII, en consonancia con la verdad de los hechos. Declaró que "es el momento de reconocer a Pío XII por lo que hizo, no por lo que dijo". También ha dicho: "En interés de justicia, los judíos debemos ser conscientes de los esfuerzos de un hombre, en un período en que nos había abandonado el resto del mundo".

 

Las nuevas investigaciones van clarificando los hechos. Tal vez con la apertura archivos de la KGB, dice Hasemann citando a Pacepa, "salga a la luz todo el procedimiento con el que los comunistas lograron descreditar" a Eugenio Pacelli. Porque es la hora de hacer justicia a "uno de los papas más importantes del siglo XX".

 

*Gran parte de la información fue tomada de la agencia de noticias Zenit, (16.09.09 y 01.10.09); de los artículos del Piero Gheddo del 25 y 26 de noviembre de 2009 y de los extractos del Card. Tarsicio Bertone en un congreso sobre Pío XII en la Universidad Gregoriana el 6 de noviembre de 2008 publicados en la misma agencia.

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