jueves, enero 25, 2007

Conversión de San Pablo. Llamada a la unidad.

Hoy es la fiesta de la Conversión de San Pablo. Los cristianos dedican su octava a pedir por la unidad de los cristianos.


Un paso previo para lograr un fin es quererlo. Los cristianos deseamos la unidad de todos en un mismo credo y eso pedimos. Pero ¿eso es uniformidad? No, eso es fidelidad al mensaje de Cristo.

La doctrina cristiana es como una segunda naturaleza. Nadie protesta por ser humano, salvo los que, como dice Fernando, añoran ser simios. Pero esa discusión se la dejo a él. Está muy cabreado porque ha reeducado a un simio para que deje de fumar. Menudo disparate, y después de 15 años de fumador activo.

Pero el cristianismo no es uniforme. Es un camino ancho que lleva a la meta definitiva. Se basa en que Dios existe, ha hablado a los hombres, les ha dado unos medios para la salvación y la libertad para elegirlos.

Pero no ha dicho que demos al César lo que es de Dios, sino a cada uno lo suyo. Y algo debe saber el fundador del cristianismo sobre eso porque al ser Dios es también el creador del ser humano.

Una naturaleza en la que hay una ley de vida básica: hacer el bien y evitar el mal, no encorseta, simplemente facilita que la vida se desarrolle y potencie.

Una religión que dice Amarás a Dios con toda tu mente, con todo tu corazón, con toda tu fuerza, y al prójimo como a tí mismo es una religión que fomenta la vida y la convivencia.

Por eso añoramos la unidad de los cristianos, como camino para convencer al mundo de la indudable ventaja de vivir como Dios nos dijo.

frid.

Traslado ahora la carta de Jesús Domingo.

  • Un año más de Octavario

El 25 de enero, un año más de celebración de la Conversión de San Pablo; y termina, ese día , el Octavario por la Unidad de los Cristiano, que celebramos todos los que participamos en la Eucaristía.

Han sido ocho días en los que la Iglesia nos ha animado, por una parte, a intensificar la oración por la unidad de todos los cristianos y a buscarla juntos; por otra, a unir las fuerzas de todos los creyentes en Cristo para responder a los sufrimientos humanos.

¿Los frutos? Los materiales no aparecen de inmediato; pero las gestiones sobre ecumenismo promovidas por el Papa Benedicto XVI, los acabarán dando: algunos ya se ven. Los espirituales, los más importantes, se aplican a cada uno según las disposiciones con las que ha participado.

Jesús Domingo Martínez

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