miércoles, enero 17, 2007

San Antón y el verdadero amor a los animales

Hoy día 17 de enero, en muchas ciudades del mundo se llevan las mascotas para la bendición de San Antón, en los medios rurales los que se llevan son los animales de granja. Cerditos, perros, tortugas, hansters y demás animales y bichos, generalmente domésticos y si no lo son, enjaulados, van de visita a su santo patrón.




No es de extañar que uno de mis hermanos no quisiera nada en común con tan agradable compañía; mascotas pueden ser ranas o sapos... y él de mascota no iba. Cuando tuvo uso de razón rompió con la tradición del abuelo y sustituyó su San Antón por San Antonio de Padua.

A San Antón le salió la competencia con los vehículos a motor. Antes era el patrono del "utilitario" y bien que benecía borricos, asnos y caballos. Ahora San Cristobal es el rey de la carretera y sé que ha librado a alguien de los efectos de accidentes aparatosos.



Pero San Antón ha ganado público desde que nos hemos vuelto urbanos. Su quehacer en la edad media y moderna era sobre todo bendecir los animales de granja y, probablemente, alguna tortuga o rana que se colaba por ser la mascota del chaval. Por lo demás era y es bastante ecologista pero sin confundir términos. Lo suyo son los verdaderamente irracionales y nunca habría pensado que el hombre se rebajase considerándose un animal más de la cuadrilla.

Su ecologismo es sano y ordenado. Las personas, los "animales racionales" pasan a otra esfera, salvo los "antones", pero esos no por animales sino por tocayos. Y está orgulloso de cuidar de esas criaturas de Dios, puestas por el creador para nuestro servicio y deleite.

La hominización de los animales ha supuesto la animalización del hombre; y al identificanos con ellos hemos pasado de la ley de la razón (específica y exclusiva de los hombres) a la ley de la naturaleza animal, que es la ley de la fuerza; porque el animal que no está bajo el dominio del hombre es el animal salvaje cuya ley es el instinto y la supervivencia.

Alguno dirá que hay animales gregarios, pero eso no es que sean sociales, lo sociable es ser solidario que no es lo mismo que esperar que, en la masa, la probabilidad de que se fijen en uno es menor: eso es egoismo gregario que no es lo mismo.



El bueno de San Antón curó y cuidó a una jabata salvaje , pero no puede curar al hombre que se identifica con el mundo animal, que se hace salvaje. El hombre es libre y ni Dios le fuerza la voluntad. El hombre si no quiere ver no verá, así está dispuesto.

Que San Antón bendiga a todos nuestros animales y que haga que dejen de ser "animales" aquellos hombres que "se definen a sí mismos" como "animales ligeramente evolucionados".

Es mejor que cada uno sea lo que debe ser y que deje lo "salvaje" y el dominio de la fuerza al mundo animal; y lo "racional" con el ejercicio de la libertad a los seres humanos.

De Wikipedia: Historia y leyenda:


Antonio nació en el pueblo de Coma, cerca de Heraclea, en el Alto Egipto. Se cuenta que alrededor de los 20 años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local haciendoascética ], durmiendo en un sepulcro vacío. Luego de muchos años ayudando a otros ermitañs a dirigir su vida espiritual en el desierto, más tarde se fue internnando más y más en el desierto, a vivir en absoluta soledad.

De acuerdo a los relatos de san Atanasio y san Jerónimo, popularizados en el libro de vidas de santos "La leyenda dorada" que compiló el dominico genovés Santiago de la Vorágine en el siglo XIII, Antonio fue reiteradamente tentado por el demonio en el desierto. La tentación de san Antonio se volvío un tema favorito de la iconografía cristiana, representado por numerosos pintores de fuste.

Su fama de hombre santo y austero atrajo a numerosos discípulos, a los que organizó en un [[grupos de ermitañs}] junto a Pispir y otro en Arsínoe. Por ello, se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo, y pese al atractivo que su carisma ejercía, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca del Mar Rojo como ermitaño. Abandonó su retiro en 311 para visitar Alejandría y predicar contra el arrianismo.

Jerónimo de Estridón, en su vida de Pablo el Simple, un famoso decano de los anacoretas de Tebaida, cuenta que Antonio fue a visitarlo en su edad madura y lo dirigió en la vida monástica; el cuervo que, según la leyenda, alimentaba diariamente a Pablo entregándole una hogaza de pan, dio la bienvenida a Antonio suministrando dos hogazas. A la muerte de Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones yb otros animales; de ahí su patronato sobre los sepultureros y los animales.

Se cuenta también que en una ocasión se le acercó una jabalía con sus jabatos (que estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Pero con el tiempo y por la idea de que el cerdo era un animal impuro se hizo costumbre de representarlo dominando la impureza y por esto le colocaban un cerdo domado a los pies, porque era vencedor de la impureza. Además, en la Edad Media para mantener los hospitales soltaban los animales y para que la gente no se los apropiara los pusieron bajo el patrocinio del famoso San Antonio, por lo que corría la su fama. En la teología el colocar los animales junto a la figura de un cristiano era decir que esa persona había entrado en la vida bienaventurada, esto es, en el cielo, puesto que dominabaa la creación.

1 comentario:

Ángel dijo...

Pues yo le encomendaré de manera especial algún amigo mío que es un poco cabestro, es posible que sea "la clave" para que se acerque a Dios.