miércoles, septiembre 13, 2006

NO ACTUAR SEGUN LA RAZON ES CONTRARIO A NATURALEZA DIVINA

Benedicto XVI afirma la congruencia intrínseca entre fe y razón

CIUDAD DEL VATICANO, 12 SEP 2006 (VIS).-A las 16,45, el Papa se trasladó a la Universidad de Ratisbona, para participar en un encuentro con representantes de la Ciencias. El ateneo fue inaugurado en 1965. Actualmente cuenta con 25.000 alumnos que estudian en doce facultades.

Tras haber enseñado teología dogmática y fundamental en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising y en las Universidades de Bonn, Münster y Tubinga, Joseph Ratzinger fue titular de la cátedra de dogmática e historia del dogma en la Universidad de Ratisbona (1969-1971), de la que fue vicerrector.

En su largo discurso, el Santo Padre ofreció unas reflexiones sobre la relación entre fe y razón .

Benedicto XVI se preguntó si "la convicción de que no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios" es "sólo un pensamiento griego -de la filosofía griega- o es siempre válido". En este contexto recordó el caso de los que amenazan o usan la violencia para obligar a alguien a convertirse.

"Al final del Edad Media -recordó- en la teología se desarrollaron tendencias que rompen la síntesis entre espíritu griego y espíritu cristiano"; es el caso del voluntarismo. "La trascendencia y la diversidad de Dios se acentúan de modo tan exagerado, que también nuestra razón, nuestro sentido de lo verdadero y del bien dejan de ser un espejo de Dios, cuyas posibilidades ilimitadas siguen siendo para nosotros eternamente inalcanzables y se esconden tras sus decisiones efectivas".

El Papa aseguró que en contraste con este razonamiento, sabemos por la fe que "entre Dios y nosotros, entre su eterno Espíritu creador y nuestra razón creada existe una verdadera analogía, en la que las desigualdades son infinitamente más grandes que las semejanzas, pero sin llegar al extremo de abolir la analogía y su lenguaje. (...) El Dios verdaderamente divino es aquel Dios que se ha mostrado como "logos" y ha actuado y actúa como "logos", lleno de amor por nosotros".

El encuentro entre fe bíblica y pensamiento griego, continuó, "es un dato de importancia decisiva no solo desde el punto de vista de la historia de las religiones, sino también del de la historia universal. Por eso, no es sorprendente que el cristianismo, a pesar de su origen y de su importante desarrollo en Oriente, haya encontrado finalmente su huella históricamente decisiva en Europa. (...) Este encuentro, al que hay que añadir sucesivamente el patrimonio de Roma, ha creado Europa y sigue siendo el fundamento de lo que, con razón, se puede llamar Europa".


Benedicto XVI afirmó que "a la tesis de que el patrimonio griego, críticamente purificado, es una parte integrante de la fe cristiana, se opone la des-helenización del cristianismo".

La des-helenización, dijo, "emerge antes que nada en conexión con los postulados fundamentales de la Reforma del siglo XVI". Posteriormente, con la teología liberal de los siglos XIX y XX, "se quiere volver a poner el cristianismo en armonía con la razón moderna, liberándolo de elementos aparentemente filosóficos y teológicos, como por ejemplo la fe en la divinidad de Cristo y en la trinidad de Dios".

El Santo Padre señaló que existe una "tercera ola de des-helenización que se difunde actualmente", según la cual "la síntesis de las culturas con el helenismo, que se realizó en la Iglesia antigua, sería una primera inculturación, que no debería vincular a las otras culturas. Estas deberían tener el derecho a volver atrás, hasta el momento que precedía aquella inculturación para volver a descubrir el mensaje sencillo del Nuevo Testamento e inculturarlo de nuevo en sus respectivos ambientes. Esta tesis no es simplemente errónea; es vulgar e imprecisa".


Tras poner de relieve que "hay que reconocer sin reservas lo que es válido en el desarrollo moderno del espíritu", el Papa dijo que también era necesario dominar las "amenazas que se derivan de las posibilidades del ser humano. Esto sólo es posible si razón y fe están unidas de un modo nuevo; si superamos la limitación de la razón a lo que es verificable en la experimentación, y abrimos a ella nuevamente toda su amplitud".


"Sólo de esta manera -añadió el Papa-, seremos capaces de un verdadero diálogo de las culturas y de las religiones -un diálogo del que tenemos una necesidad tan urgente-. En el mundo occidental domina la opinión de que sólo la razón positivista y las formas de filosofía que emergen de ella son universales. Pero las culturas profundamente religiosas del mundo ven precisamente en esta exclusión de lo divino de la universalidad de la razón un ataque a sus convicciones más íntimas".


Benedicto XVI terminó subrayando que "el occidente está amenazado desde hace mucho tiempo por esta aversión contra los interrogantes fundamentales de su razón, y de este modo solamente puede sufrir un gran daño. La valentía de abrirse a la amplitud de la razón, y no el rechazo de su grandeza, es el programa con el que una teología comprometida en la reflexión sobre la fe bíblica, entra en el debate del tiempo presente".


Terminado el encuentro, el Papa se dirigió a la Catedral de Ratisbona o Catedral de San Pedro, que es famosa por el coro de voces blancas. El hermano del Papa, monseñor Georg Ratzinger, ha dirigido el coro durante veinte años y actualmente es director emérito.

PV-ALEMANIA/ENCUENTRO UNIVERSIDAD/RATISBONA VIS 060913 (880)

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