lunes, enero 14, 2008

Un cuento de esperanza. La balanza

14.1.2008. Cuentos de Navidad



Por: Redactor

Circula por la red este cuento que podría ser navideño...


LA BALANZA


Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete niños y necesitaban comida.


El dueño no aceptó y le solicitó que abandonar a la tienda.


Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó:


"Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda


El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.


De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer.


El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que el se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia;


Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:


" ¿Tiene usted una lista de compras?".


La mujer dijo: >"Si señor";


Esta bien," dijo el dueño. "Ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles".


La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza.


Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedo así.


El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo:


"No lo puedo creer"...


El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato de la balanza.


La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más y más comestibles, hasta que se llenó.


El dueño se quedó pasmado de asombro.


Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró todavía más asombrado....


No era una lista de compra!


Era una oración que decía:


"QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS"


El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había pesado y quedó allí en silencio.


La mujer agradeció y abandonó la tienda; el cliente entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:


"Valió cada centavo de este billete; ahora sabemos cuanto pesa una oración".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que nos ofrece la vida es lo más grande que nos puede dar que es saber valorar todo lo que tenemos a nuestro alrededor.
Porque siempre pensamos que somos los que estamos peor y que sólo sufrimos nosotros, pero si observas bien te darás cuenta de que eres un privilegiado porque siempre hay personas que estan ahí y te dan lo muxo o poco que tienen y no tienen tanto como tú.
Porque siempre hay personas que están muxo peor que tú y sin embargo tienen una sonrisa en su rostro, porque saben que hay que sobrevivir a pesar de todo y que aunke a ti te vaya las cosas diferentes el resto no tiene porque sufrir lo que tú estás sufriendo.
POrque hay que dejar vivir y kererse a uno mismo para ser capaz de sobrevivir en este mundo que estamos creando con nuestros egoismos absurdos de la vida materialista..
Animo y fuerza para todos akellos que sepan ir más allá de lo que se ve.