La gran familia española:
Hace unos días subí con un amigo al Arany, en el nacimiento del Matarraña, por los puertos de Beceite. Son tierra con aire de frontera; de hecho abundan ahí excursionistas catalanes. Nosotros veníamos de Zaragoza y éramos algo novatos en esos montes, aunque bien surtidos de planos.
Llegamos a un collado donde había una bifurcación de caminos. Tuvimos la suerte de encontrarnos a un matrimonio catalán que había subido desde el otro lado. Charlamos, ellos que habían estado hablando entre sí en catalán, pasaron al castellano no sin esfuerzo, y así nos explicaron qué senda debíamos seguir. Y que ellos vendrían más adelante, después de ver una fuente cercana y quizá pudiéramos reencontrarnos.
Coronamos el Arany y seguimos una senda con la que dar una vuelta circular, para variar el itinerario; pero eso fue gracias a nuestros amigos de Tarragona con los que topamos de nuevo. Antes de bajar cada uno por su lado, nos estuvieron enseñando las cumbres y sus nombres y otras sendas alternativas.
En realidad nos sentimos todos de la gran familia española, hablando un lenguaje común, si bien a ellos les salía con naturalidad su lengua materna. Pero ninguno era extranjero en esa zona turolense.
Recordé un congreso nacional en materia de aguas, nos recibió un político catalán en un salón decorado con una escena de la vida de los reyes Católicos. Comenzó a hablar en catalán, pero alguien le debió de decir que estábamos personas de toda España, y, con toda su cara dura y cretinez, pasó al inglés, lenguaje que dijo era el universal de los congresos. Nos dejó mal sabor de boca y no porque no se entendiese su fácil inglés sino por su negación de la evidencia y por su ofensa a los asistentes del Congreso, todos españoles. Los científicos catalanes se disculparon educadamente.
Un ejemplo el de los hombres sencillos, otro el de los creadores de realidades, esos políticos inventores de las diferencias, de la división y de los agravios.
La realidad está todavía en manos de personas como mis amigos de Tarragona, pero ¿hasta cuando?
frid
viernes, agosto 11, 2006
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2 comentarios:
el catalan tambien es una lengua española, no? . . . a ver cuando lo aprendemos un poco que siempre queremos que el esfuerzo lo hagan los otros.
A mi anónimo amigo Éstábamos en Aragón, ¿sabes?; íbamos de paso, de Zaragoza. Y te puedo asegurar que tengo un medio aragonés en el que (de vez en cuando y porque me da la gana) publico algún artículo en catalán. Y si ves mis blogs hay comentarios en catalán.
Pero aquí estoy hablando de "la buena educación". Anónimo para ese tipo de comentarios prefiero que te quites la careta, no pasa nada.
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